contacto electrónico con algunos familiares cercanos.
Alguna vez pensé en tratar de convencerlos de los inconvenientes de usar
dicho servicio de correo electrónico: les dí la información necesaria, y
hasta ahí llegó mi tarea.
Y no soy muy adepto de ponerme a evangelizar a favor de causas
informáticas: aún cuando la opción seleccionada por otros nos parezca
inadecuada, cuando esos otros ya han recibido la información están en su
pleno derecho de tomar la decisión que les apetezca.
Y a mi no me quita nada tener otra cuenta de correo, aún sea de Hotmail.
Lo que cuenta es tener a la familia en contacto.
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