22 de febrero de 2010

Con trabajos, pero ya pude instalar con éxito Debian en mi viejo pc

Es un ordenador viejo de verdad:

Tiene 64 Mb de RAM.
Tiene procesador AMD-K6 a 266 Mhz.
Cuenta con un disco duro de 10 Gb (tengan en cuenta que hay memorias USB
de 8 Gb de capacidad)
Carece de puertos USB.
La compré cuando en mi país había otro sistema político...

Tuve que optar por el medio de instalación por red i386.

Me costó trabajo encontrar el tamaño de particiones idóneo para que
terminara la instalación sin contratiempos.

Debí seleccionar el primer kernel de la lista correspondiente, ya que el
otro no funcionó.

El primer servidor para descargar los archivos de instalación falló, así
que tuve que emplear la segunda opción.

Aparte de todo, fue necesario escoger la configuración base, así que
tendré que instalar todo lo demás (X, manejadores de ventanas, XMMS y
demás de herramientas útiles) con apt-get.

Hasta el tercer intento la instalación funcionó.

Afortunadamente ya está trabajando el viejo ordenador.

Es la segunda vez que he instalado Debian en este ordenador, aunque
recuerdo claramente que la ocasión anterior no padecí tantas
complicaciones durante la instalación.

Aquella configuración me duró varios meses sin problemas, pero a raíz de
que hice una actualización del kernel que no debí haber hecho el sistema
quedó inservible. Y como me dio mucha flojera arreglar todo ese desastre,
eliminé todo aquello (sí, lo se, no es muy linuxera esa actitud).

Ahora que tuve de nueva cuenta un tiempo disponible, ya tengo mi
computadora viejita con Debian Lenny.

A ver cuanto tiempo sigo sin arruinarla otra vez.

Por último, he de aclarar mi selección:

Debian si corre en esta antigua arquitectura y ya había tenido esa
experiencia previa; otras distribuciones quizás funcionen, pero ya cuentan
con más de tres años algunas de ellas (DSL, Puppy Linux), y por desgracia
los proyectos para hacer una versión de Arch Linux que funcione en un
ordenador viejo están abandonados.

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