18 de febrero de 2010

Es jueves. Llueve...

Es jueves. Llovizna. No me siento muy contento por la lluvia. Entiendo que
mi situación no es grave. Mi disgusto no es sino insignificante en
comparación con los padecimientos de aquellos vecinos del centro de la
república que han perdido tanto por las lluvias y las subsecuentes
inundaciones.

Esa situación es de veras grave. He de poner en su debida magnitud el
malestar que creo sentir. No es nada en verdad.

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