haya tocado presenciar esta costumbre del fin de año.
En décadas anteriores, hacia la hora en que se aproximaba la transmisión
radial de las doce campanadas que anunciaban el final de un año y el
inicio de otro, era tradicional (tradición de veras, no costumbre de un
par de años a la que los bisoños le llaman "tradición") que se pusiera
año tras año la grabación en la que Manuel Bernal declamaba una poesía
que lleva por título "El brindis del bohemio".
No me tomaré el papel de ironizar acerca de dicha poesía: ya lo hizo
durante décadas Carlos Monsiváis al haber llamado a una columna semanal
suya, que durante varios lustros apareció en diversas publicaciones, "¡Por
mi madre, Bohemios!"
Ahí se las dejo. Conózcanla.
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