23 de febrero de 2007

OK, Radioactivo tiene un gran mérito. El síndrome de Brozo: te hago reír, luego te digo que pensar. ¿Eres libre?

Su producción era excelente.
Eran muy graciosos, la mayor parte del tiempo.
Hacían especiales sobre temas de interés.
El programa de Jordi Soler era una joya de lo lindo que estaba hecho.

Pero eran graciosos casi la mayor parte del tiempo.

Otras veces, los locutores tomaban una actitud al aire de "nada vale la pena más que nosotros" en el dial, y querían vender esa actitud como la gran cosa.

Esa estación era buena en cuanto a los promos chistosos, pero luego se la creían, y ya tomaban un airecillo de locutor opinalotodo cuando su talento principal eran las bromas, sólo eso.

Se divertían. Eso es un gran avance en una radio que luego peca de solemnidad. Pero eso no convierte a nadie en líder de opinión, pues ya estamos en otro asunto: el síndrome de Brozo.

Ni Brozo ni Olallo Rubio tienen la culpa, en todo caso. Ellos hacen lo que se les viene en gana hacer -aunque la comparación, ahora que lo pienso, no es precisa: Brozo, últimamente, hace lo que le viene en gana hacer a sus patrones por lo visto.

Quienes los toman como líderes de opinión en realidad han de ser quienes no son capaces de expresarse por sí mismos, por su cuenta: necesitan quien los guíe. ¿Serán libres?

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